Historia de un Gran Ovario de Venezuela

Una mujer venezolana humilde, luchadora, valiente… una ovario de Venezuela.  

Charallave, carretera vieja, escaleras, muchas… carencias: Todas!  Una comunidad abandonada, llena de promesas… ninguna cumplida… 10 años, ninguna respuesta.

Isabel, miembro de nuestro movimiento desde el comienzo, a penas le hablamos y dijo, «¡presente!». Ella ha sido una mujer que nunca faltó a una marcha, siempre firmó, votó, tragó gases, recibió la represión de este régimen como tantos venezolanos, pero su caso es único para la reflexión de todos porque a muchos de ustedes les da flojera salir a protestar o simplemente expresan, «Me cansé, no hago más nada».

Si entendieran la lucha de esta mujer, que tiene todo en contra pero cada vez que debe cumplir con su país se cala todas esas escaleras, lluvia y lo que sea, para estar presente con su voz diciéndole al mundo que los humildes participan por amor a la patria, sin paga alguna, sin recompensa, solo por auténticas convicciones.

Ella dice que le duele que no valoren el país tan hermoso que tenemos, «como este no hay». Y por eso, se mantiene en pie de lucha. Una digna mujer, luchadora, valiente, una gran y hermosa ovario, con sentimientos genuinos, honesta, cariñosa, amable, pero resteada 100%, quien no teme a hablar en su barrio, en las camionetas, en la calle y a decir lo que otros callan por miedo. ¡Nuestros volantes y mensajes, recorren Charallave!. 

¡Y no vengan los verdaderos guerreros de teclado a decir que la pobreza es culpa de los 40 años! porque resulta que en 10 años, cada campaña lleva a los «rojos» al sitio, a ese mismo lugar que ven en las fotos y donde solo dejaron promesas. Estas fotos que les muestro hoy fueron tomadas por los «rojos» en campaña durante ¡10 años! y todo sigue igual… peor. Es más, hicieron una canaleta. Pero del lado donde vive Isabel NO la hicieron, simplemente porque ella no está con el proceso. Y las escaleras que se cayeron las dejaron así porque ella es escuálida según ellos pero para mí, ¡es venezolana!

¿Esto es socialismo? ¿Acaso los pobres no son todos iguales?  ¡Miserables todos!. Ella sabe que no puede creer en ninguno. Dice: «Somos humildes, pero no pendejos. Nos da mucha rabia, cuando regalan cosas a otros países y para nosotros, nada».  

Por cierto, no sólo culpamos al gobierno, quienes tienen el poder para solucionar los problemas de vivienda. También le hago un llamado a sus hijos, todos profesionales quienes no la ayudan. La abandonaron en esta miseria. No es justo! Tanto desamor con quien te dio la vida.

Su esposo es un hombre maravilloso, sabio en sus palabras y quien ha velado por esta mujer y la apoya en todas sus luchas. Por cierto, tiene una hija que trabaja para el régimen… sin palabras… que no pueda conseguir ayudarlos para darles una vida mejor.

Pero ellos sonríen y nos atendieron de maravilla. ¡Gracias Isabel!. Nada será en vano y una mujer de tu temple, fortaleza y amor por la patria, sólo recibirá todo lo mejor de este mundo.

Dios te bendiga, ¡hoy y siempre!.