Una Mochila de Sueños…

Cómo ablandar a los duros
Que permanecen pegados al pavimento
De sus dolencias ¿y no logran derribar muros?
Abatidos danzan sin rectificar… no miento.

¿Dónde se encuentra la generosidad olvidada?
La serenidad me carga sofocada,
Por no comprender el desprecio
A la vida haciendo estables… tristezas!.

Dejo el camino perfumado de esperanzas
Ato la impulsividad, para buscar un detalle de sensatez,
Pasando encima de bravuras y sonidos de amenazas.
Piso cada escalón, uno fuerte y alguno falso, creo es madurez.

Nadie me robará mis sueños
Quizá los secuestren provisionalmente,
Más nunca será  largo ni permanente,
Abrazo un sentimiento profundo, sin dueño.

Tengo un sueño, dos, tres…
Los cuales existen para hacerse realidad
Porque nacen para someter la maldad
De aquellos que tartamudean su salvación.

Qué bacilón, cubiertos de débiles armaduras
Sobreviven en el invierno de sus mutismos
Y reposan en monótonos quejidos,
Mientras lo compasivo está en desuso.

Mi espalda sostiene la mochila de sueños,
Pesa, porque no son tan míos, cargo amigos
Y sentiría un orgasmo de felicidad
Cuando algún aliado se afinque en el amor,
Comparta lo divino de abrir un sueño
Y escuchen cerca, las notas de un ruiseñor.

Prosigo con mis sueños…
Reparo corazones inquietos…
Valoro iniciales de cariño…
50% al comenzar la obra afectiva
Y 50% al terminar la tarea sentida.
Será mi gloria personal, sin lucro 100% emotiva…

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