Ovarios en el Metro

Bien satisfechas por la receptividad de ese pueblo que viaja en Metro.
En un vagón una señora comenzó a aplaudir la actividad. La gente nos pedía panfletos, querían leer. Muchos expresaron su opinión de los mensajes.

Entre otros, las mujeres decían: «¡¿para qué tanta compra de armas? si lo que necesitamos es comida, seguridad para nuestros hijos!». Un hombre alto, moreno decía: ¡EXCELENTE! ¡Mujeres valientes!. Decían también: «¡No podemos seguir callando!»

Otros con su rostro expresaban apoyo. Entre la gente se escuchaban los comentarios: Muy bueno, muy bueno. Esto es lo que hace falta, ¡bravo!

Por supuesto habían unos rojos que no querían recibir los papeles. Uno inclusive dijo: «yo no soy escuálido». Pero la respuesta fue: «Nosotras somos mujeres venezolanas, los ovarios de este país! Hasta un grupo de chavistas nos dieron la razón, creo que otro ovario puede describir su parecer al respecto.

Realizamos un recorrido de punta a punta y en el último vagón, repleto de gente, comenzaron a aplaudir durísimo. Todo el vagón completito.

Es el sentir del ciudadano común, que quiere vivir en paz, que desea seguridad, bienestar, empleo. La mayoría rechaza la compra de armas, las leyes metidas a juro. Muchos hablaban entre dientes y aprobaban la manifestación.